Vuelve a casa el malvinero encontrado en el Uruguay tras 30 años de olvido

Después que el viernes se confirmara su identidad, Miguel Angel Britez llegará cerca de las 13 al aeropuerto local. Será llevado al Hospital Escuela donde seguirá con su recuperación por la fractura de cráneo y sus duras secuelas.


Desde hoy, con su vuelta a Corrientes, comienza a cerrarse una etapa historia en la vida del malvinero Miguel Angel Britez. Pero pronto se iniciará otro ciclo con el mismo desafío de hace 30 años, cuando regresó en soledad de la guerra: superar las secuelas del cuerpo y el alma.
El hombre, de casi 50 años, será trasladado este mediodía desde el hospital de Tacuarembó, Uruguay, hasta la ciudad de Colón, en Entre Ríos. Allí lo subirán al avión sanitario de la Provincia de Corrientes y de esa manera se estima que, entre las 12.30 y las 13, estaría aterrizando en el aeropuerto local, donde lo recibirán familiares y malvineros.
Britez fue encontrado en la ciudad uruguaya tras tres décadas sin que la familia supiera nada de él. La última vez que lo vieron fue en la zona rural de Itatí, dos semanas después de haber regresado de Malvinas con presuntos problemas psicológicos.
De un día para otro sólo le dijo a su madre que viajaba a Tucumán para conseguir trabajo. Pasaron los años, Miguel Angel no aparecía y nada se sabía de él, incluso lo dieron por muerto. Sin embargo, en febrero pasado comenzó a cambiar su historia.
Es que en realidad en la ciudad uruguaya de Tacuarembó -ubicada a 400 kilómetros de Montevideo- vivía el correntino en situación de calle, deambulaba de un lado a otro y no tenía documentos. Hasta que a fines de febrero protagonizó una pelea con otro linyera y recibió un fuerte golpe con un palo en la cabeza que lo dejó tirado en un basural. Informado el caso, una ambulancia asistió al lugar y lo llevó de urgencia al hospital local.
Después de una intervención quirúrgica por fractura de cráneo, y con una hemiplejía del lado derecho y miembros inferiores, el hombre empezó un período de lenta recuperación sin que nadie conociera su identidad. En ese marco, logró informar a los médicos que era argentino, con lo cual la cónsul Carola del Río logró identificarlo al constatar sus registros nacionales. Pero días después apareció otro dato más que importante.
Recién el viernes 9 de marzo, Miguel Angel le contó a una enfermera que era un ex combatiente correntino y a partir de allí comenzaron los contactos con Corrientes y con José Galván, titular de la Dirección Provincia Malvinas Argentinas. "Fue un caso muy llamativo que finalmente se comprobó con gran alegría", dijo Galván.
Luego de confirmar la información, empezó una difícil tarea para dar con sus familiares, porque sus tres únicos hermanos vivos (de un total de seis) tienen otro apellido: Encinas -producto de un segundo matrimonio de la madre del malvinero-. Por si fuera poco, la familia se había mudado a Itá Ibaté desde el paraje Palmira, en Itatí, donde estaba radicada cuando Britez fue a Malvinas.
Sin embargo, la Policía correntina logró dar con uno de ellos, Esteban Encinas, de 45 años y con domicilio en la localidad de Itá Ibaté. De esta manera, la vuelta a casa del ex combatiente comenzó su ciclo.
Esta mañana, entonces, emprenderá el camino de regreso, como en el '82, aunque ahora se lo esperará con reconocimientos después de tanto años de triste olvido.

Fuente:Gustavo Lescano, Diario El Litoral, Ctes.